Esos días en los que iba al hospital a visitarte. Esos días en los que me dolía tanto verte tumbada, tapada con las típicas sábanas de hospital...
Esos días que no te dije todo lo que te quería. Esos días que no te bese lo suficiente, ni te abracé, ni te pregunté cómo estabas. Esos días en los que me quería morir por no tenerte en casa y que me cuidaras y me prepararas la comida, que me besaras y me preguntaras qué tal el día. Quisiera volver a esos días y mirarte y decirte lo que te quiero, besarte y abrazarte y decirte que has sido, eres y serás la mejor madre del mundo.
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