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No tengo un cuerpo diez, ni soy la típica 90-60-90.

No soy guapa, pero a veces me veo mona.
No me gusta el amor y a la vez me encanta.
No soy una guarra, pero me van las guarradas.
No me gusta estar triste, pero lo estoy a menudo.
No me gusta el calor en verano, ni el frio en invierno.
No me van las risas falsas, me gusta reírme de todo.
No soy la típica niñata a la que enamoras con cuatro palabras, pero tú podrías enamorarme con cinco.

No soy perfecta, pero me gusta que me mientan y me lo digan.
No soy lo que buscas, tal vez si lo que encuentras.
No me gusta el silencio pero adoro que me callen.
No me gustan los vicios, pero aceptaría ser el tuyo.

No me gusta rayarme, pero lo hago continuamente.

No soy de esas que pasa de todo, pero si tengo un día malo, si.

No me gusta salir todos los fines de semana de fiesta, pero si salgo, soy la primera que se sube a bailar donde sea.

No me gusta criticar a la gente, pero si alguien me busca, me encuentra.

No soy de esas que les cuesta levantarse cada mañana, me levanto con una sonrisa, porque sé que voy a verle y estar con él.

No me gustan las rutinas, pero vivo en una.

Me gusta que me besen en el cuello, pero que no me dejen sus babas.

Me gusta cenar con alguien especial, pero no me gusta que me vean comer.

Me gusta que a la gente les gusten mis fotos, aunque yo me canse de ellas enseguida.

Me gusta que me cojan de la mano, pero no que me la miren!

Me gusta que la gente me diga cosas sobre mis ojos, a veces, muchas veces, es lo único que me gusta de mi.

Me gusta que piensen que soy encantadora y loca, porque lo soy.

Me gusta tontear, hasta que a veces la cago.

Me gusta reírme por tonterías, aunque luego llore.

Me gusta el futbol, me encanta, aunque luego acabe llorando.

Me gustan muchísimas cosas y a la vez las odio. Odio muchas cosas y a la vez me encantan, todo tiene una parte buena y otra mala. En eso consiste la vida, en caer y levantarte, en darte cuenta que un error no siempre es malo, que te sirve para mejorar en lo que fallaste. La vida, también te da palos, te quita lo que más quieres y tantísimas cosas más. Piensas que no hay nadie que piensa en ti, ni que te quieren, pero en realidad no es así. Todo eso te sirve para madurar, para ver las cosas de una manera diferente. En fin, muchas cosas que decir y pocas ganas de escribir, ya dejo de escribir(;